Extraña sensación el abrasar a un extraño, cuando llegue a clase ese día pensé que sería fácil el abrazar a alguien sin conocerlo, pero al principio se me hizo bastante difícil, me daba vergüenza el mostrar el cartel cuando venia un grupo de personas y miraban como diciendo “Que son Ridículos” o cosas así, luego de ver que a Francisco se le hacía muy fácil el abrazar a la gente y era algo que lo alegraba y además le daba un momento de felicidad a la personas que abrazaba, así empecé a ver que algo tan simple como un abrazo es algo que te hace sentir bien y algo que me llamo mucho la atención de esta experiencia fue cuando íbamos con la Denise y abrazo a un señor y el le dice “Gracias lo Necesitaba”.
Luego de unas cuantas cuadras y de haber dado unos 2 o 3 abrazos perdí la vergüenza y mostré mi cartel esperando que alguien mirara con esa cara que decía “Yo Quiero”, logre recolectar unos 6 o quizás 7 abrazos los que me hicieron perder la vergüenza y no preocuparme de si la persona a la que iba a abrazar era de buena presencia o era un señor de edad. Fue una linda experiencia y sin pensarlo dos veces volvería a las calles a repartir abrazos.